Oscar Luis Chaves B.
A medida que nos acercamos al final de 2023, es un momento propicio para reflexionar sobre las lecciones aprendidas y las trayectorias trazadas. Este año ha sido testigo de cambios significativos, una era post-pandémica que aún resuena en las consecuencias económicas a largo plazo, y un mundo que se adapta a las realidades de una crisis de inflación y crecimiento económico desafiante.
El año 2024 se perfila como un periodo de transformaciones, donde las principales economías luchan por superar las repercusiones de políticas expansivas y medidas fiscales extraordinarias. Estas estrategias, aunque necesarias para estabilizar mercados financieros y estimular el crecimiento, han creado desequilibrios que requieren atención.
En este contexto global, la disparidad entre naciones ricas y pobres se acentúa. La disparidad comercial se profundiza con el auge de la inteligencia artificial, la robótica y las capacidades de innovación, concentradas principalmente en dos gigantes: Estados Unidos y China. Esto podría desplazar a la Unión Europea de su posición de liderazgo, ya que la producción industrial se mantiene en manos de las naciones de la cuarta Revolución Industrial.
Además, el año 2024 traerá consigo un ciclo significativo de elecciones en todo el mundo, con especial atención en Estados Unidos. El resultado de estas elecciones tendrá una influencia determinante en cómo el mundo enfrentará y posiblemente resolverá las múltiples ‘poli-crises’ actuales.
En la víspera del Año Nuevo 2024, cargamos con el peso de estos desafíos, pero también con la esperanza de superarlos. El futuro demanda una adaptabilidad sin precedentes y una resiliencia en la gestión de los recursos y políticas económicas, sociales y medioambientales.
Es tiempo de inspirarnos con ideas frescas y de comprometernos con un esfuerzo colectivo para reconstruir una economía global más inclusiva y sostenible. Mientras nos preparamos para recibir el 2024, hagámoslo con determinación y optimismo, buscando un futuro más brillante para todos.
Con estos pensamientos en mente, y en reconocimiento a nuestra humanidad compartida y los lazos que nos unen, les deseo a todos una Feliz Navidad. Que estas fiestas nos llenen de alegría, paz y renovación, mientras esperamos el Año Nuevo con esperanza y optimismo por un futuro más sostenible y prometedor.
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Felices fiestas!