I parte
Oscar Luis Chaves B.
Los fondos de inversión en bienes raíces son activos financieros que poseen, operan o financian propiedades inmobiliarias que generan ingresos. Permiten a los inversionistas obtener exposición al mercado inmobiliario sin poseer o gestionar directamente las propiedades.
Como activos financieros, estos vehículos pueden comprarse y venderse en bolsas de valores, y su valor se ve influenciado por las dinámicas del mercado y la demanda de los inversionistas.
En la actualidad, la emergencia climática y el enfoque hacia la sostenibilidad, está transformando la relevancia financiera de estas formas colectivas de ahorro-inversión, desafiando sus principios fundamentales en cuanto a la compensación entre riesgo y el rendimiento.
Nuevo modelo económico
Estamos viviendo en una nueva era económica en la que el capital físico y financiero, que han sido los pilares distintivos de estos fondos inmobiliarios, ya no reflejan los impulsores de creación de valor necesarios para la transición hacia una nueva economía.
Según la investigación realizada por la firma OcenTomo en julio de 2020, la pandemia de COVID-19 ha acelerado la importancia creciente de los activos intangibles, que ahora representan más del 90% del valor de mercado del S&P500. Esto implica que estamos presenciando un nuevo tipo de valor intrínseco compuesto por otras métricas no financieras como el capital intelectual, humano, social y natural; fundamental para para avanzar hacia un ecosistema con menores emisiones de carbono.
Al reconocer que estos cambios no son temporales comenzamos a comprender que la pandemia ha dado lugar a una nueva era de trabajo en línea, donde las restricciones sociales posteriores al COVID-19 han impulsado aún más la adopción de esta modalidad, y la digitalización ha brindado oportunidades adicionales para el trabajo colaborativo en línea.
Desafíos crecientes
El regreso al trabajo en la oficina ya no es tan deseable como solía ser, ya que los trabajadores de oficina prefieren cada vez más la opción de trabajar de manera remota. Esta preferencia se basa no solo en la eficiencia que proporciona, sino también en la posibilidad de tener una mejor calidad de vida.
A pesar de que el sector de los fondos de inversión inmobiliarios ya ha enfrentado impactos materiales directos de estos primeros efectos, es fundamental considerar otros segundos impactos relacionados con la sostenibilidad para una mejor compresión financiera del valor de las participaciones de uno u otro fondo inmobiliario.
De ello hablaremos en nuestra segunda entrega sobre este tema. Los invitamos a no perderse nuestros contenidos nuevos, suscribiéndose gratis a nuestro blog, 3 Lab, aquí.