Oscar Luis Chaves B.
En nuestros blogs más recientes, comentamos el auge de la transición energética en la región SICA y la demanda de capital que representa, la cual se estima en torno a los 3.500 millones de dólares anuales, según la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA).
Para contar con dichos recursos, en Trinomio presentamos la figura del Vehículo de Propósito Especial para Medioambiente, Sociedad y Gobernanza (SPV-ESG, por sus siglas en inglés), como instrumento clave para canalizar capital sostenible a nuestra región. En este blog queremos introducir las características con las que debe contar este tipo de vehículo, a saber:
- Garantiza la inclusión social: Un SPV-ESG debe priorizar la equidad social promoviendo la participación inclusiva, la creación justa de empleo y el acceso equitativo a soluciones de energía limpia. También puede respaldar iniciativas que mejoren la capacitación de habilidades, el emprendimiento y la generación de ingresos, fomentando así el empoderamiento económico dentro de las comunidades locales.
- Responsabilidad ambiental: Un SPV-ESG debe garantizar que las inversiones en proyectos de energía renovable e infraestructura prioricen la sostenibilidad ambiental, la conservación de la biodiversidad y la resiliencia de los ecosistemas. Esto incluye cumplir con estándares ambientales rigurosos, promover prácticas de uso de la tierra sostenibles, mitigar los impactos ecológicos y proteger los recursos hídricos.
- Integración de partes interesadas: Un SPV-ESG sirve como una plataforma de colaboración y participación entre diversas partes interesadas, incluyendo gobiernos, instituciones financieras, actores del sector privado y sociedad civil.
- Desarrollo de proyectos y mitigación de riesgos: Un SPV-ESG debe identificar, desarrollar y respaldar activamente proyectos viables alineados con los objetivos de transición energética de Centroamérica. Además, debe ofrecer instrumentos de mitigación de riesgos, como garantías y seguros, para atraer inversores y reducir los riesgos percibidos asociados con las inversiones en energía limpia en la región.
- Toma de decisiones basada en datos: Al fomentar la transparencia y la rendición de cuentas, un SPV-ESG puede inspirar confianza en los inversores y garantizar la asignación eficiente de recursos. Esto implica desarrollar métricas y metodologías estandarizadas para evaluar los impactos ambientales y sociales.
En conclusión, en la búsqueda de una transición justa hacia la nueva economía, Centroamérica debe aprovechar el poder de las finanzas sostenibles, con los SPV-ESG desempeñando un papel vital. Al movilizar capital, integrar partes interesadas y promover la inclusión social y la responsabilidad ambiental, los SPV-ESG pueden catalizar un proceso de transición justa y sostenible en la región, asegurando un futuro resiliente y próspero para todos sus habitantes.
Lo invitamos a conocer el desarrollo de este tema suscribiéndose gratis a nuestro blog 3Lab, aquí.