Oscar Luis Chaves B.
En días pasados, tuve la oportunidad de compartir con los analistas de la calificadora de riesgo, SCRiesgos, la importancia de los factores ESG como pronósticos adelantados de los riesgos y las oportunidades que trae la transición a una economía con menores emisiones de carbono.
En dicha presentación, además de comentar la relevancia que tienen los impactos de la sostenibilidad en los estados financieros, expuse a los analistas de la calificadora, la relevancia de considerar los factores ESG como indicadores líderes de riesgos y oportunidades para la transición a una economía con menores emisiones de carbono, lo que también se conoce como el concepto de materialidad dinámica.
La materialidad dinámica es un enfoque importante para la presentación de informes financieros y de sostenibilidad, especialmente en el contexto de condiciones de negocio en continuo cambio.
Sin bien, los analistas de riesgo tradicionalmente se han enfocado en la materialidad financiera, es decir, en la información que se deriva del el capital financiero y el capital manufacturado (activos), la materialidad financiera relacionada a la sostenibilidad se centra en la evaluación de los datos no financieros, es decir, los factores ESG que se refieren al capital intelectual, humano, natural y social y relacional.
Bajo esta otra perspectiva, es importante tener en cuenta que se debe capturar información sobre cómo la administración de la empresa visualiza el futuro para que los proveedores de capital evalúen si la administración corporativa podrá adaptarse a un régimen económico menos dependiente del carbono como única salida a la crisis climática y de biodiversidad.
Por lo tanto, la información no financiera ya no puede ser ignorada y es imperativo conectar con la inteligencia de la organización y comprender si los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad son bien entendidos, si la organización tiene una ruta clara para alcanzar sus objetivos y si está invirtiendo en la resiliencia y en adaptar su modelo de negocio a un mundo futurista.
En un mundo en el que se están produciendo cambios dramáticos en la energía, el clima, la tecnología y la taxonomía de la financiación sostenible, las empresas necesitan una forma para evaluar los riesgos y oportunidades asociados a estos cambios de sus industrias.
Tal como lo mencionó el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés), «la materialidad debe ser tratada de una manera dinámica, basada en cambios en las condiciones económicas, ambientales y sociales». Al integrar información financiera y no financiera, las empresas pueden identificar los temas que son importantes para los inversionistas y otros usuarios de los estados financieros, y prepararse mejor para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que presenten estas condiciones.
En conclusión, en un mundo en constante cambio, es fundamental para las empresas evaluar la sostenibilidad y la transición a una economía de baja emisión de carbono. Los factores ESG pueden proporcionar información valiosa para los inversores y otros usuarios de los estados financieros, y es importante que las empresas integren esta información en su presentación de informes financieros y de sostenibilidad. Al conectar con la inteligencia de la organización y comprender los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad, las empresas y los proveedores de capital pueden prepararse para un futuro más sostenible, construir un modelo de negocio más resistente y adaptable a largo plazo.
Para conocer más sobre este tema los invitamos a suscribirse gratis a nuestro blog 3 Lab, aquí.