Oscar Luis Chaves Bolaños
Las emisiones de gases de efecto invernadero son una de las mayores amenazas para nuestro planeta y su población, por lo que muchos países han adoptado políticas para reducir sus emisiones. Una de estas políticas es la implementación de esquemas de mercado de carbono.
Los mercados de carbono son sistemas que establecen un precio al carbono emitido por empresas y gobiernos, con el objetivo de incentivar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Estos mercados se basan en la idea de que, si se establece un precio a la emisión de carbono, las empresas y gobiernos tendrán un incentivo financiero para reducir sus emisiones y buscar alternativas más limpias y sostenibles.
Existen dos tipos principales de esquemas de mercado de carbono: voluntarios y registrados. En los mercados voluntarios, los créditos de carbono son generados por proyectos que no están regulados por ningún acuerdo internacional, mientras que en los mercados registrados, los créditos de carbono son generados por proyectos que cumplen con los requisitos del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kyoto.
Aunque los mercados voluntarios son menos regulados que los registrados, también son importantes para la lucha contra el cambio climático. La adicionalidad es un concepto esencial en los mercados voluntarios y registrados de carbono, ya que garantiza que las reducciones de emisiones sean genuinas y no solo representen la reducción de emisiones que ya habrían ocurrido de todos modos. Por lo tanto, la adicionalidad es un requisito clave para que los créditos de carbono generados sean reales y permanentes.
Desarrollo regional
En América Latina, México, Colombia, Chile y Costa Rica son algunos de los países que han implementado esquemas de mercado de carbono para fomentar la adopción de prácticas más limpias y la inversión en tecnologías de energía renovable.
- En México, la Ley General de Cambio Climático establece un marco regulatorio para la mitigación y adaptación al cambio climático, y el país cuenta con un sistema de comercio de emisiones voluntarias.
- Colombia, por su parte, tiene un Sistema Nacional de Cambio Climático que incluye un mecanismo de compensación de emisiones, y la Bolsa de Valores de Colombia lanzó en 2016 un mercado voluntario de carbono.
- Chile, en el marco de su Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, ha implementado un esquema de impuestos al carbono desde 2018.
- Costa Rica, es un ejemplo de un país que ha sido exitoso en la promoción de energía limpia y Pago por Servicios Ambientales (PSA) que ha implementado un esquema de Certificados de Reducción de Emisiones (CER).
Los mercados de reducción de carbono ofrecen una oportunidad para fomentar prácticas más sostenibles y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La implementación de un esquema de mercado de carbono requiere una estrategia exhaustiva y colaborativa que involucre a las partes interesadas, establezca reglas claras y transparentes, e integre objetivos políticos más amplios. Al hacerlo, un esquema de mercado de carbono puede ayudar a incentivar la reducción de emisiones, promover el desarrollo sostenible y contribuir a la acción climática global.
Es de esperar que más países de la región implementen esquemas de mercado de carbono, para lo cual, es importante que se establezcan reglas claras y transparentes para garantizar la integridad y eficacia de estos.
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