Por Oscar Luis Chaves B.
Para alcanzar carbono cero neto al 2050 se necesitan miles de millones de dólares a través de canales públicos y financiamiento privado. En órdenes de magnitud, como lo indica la Agencia Internacional de Energía (IEA), la transición a un futuro de bajas emisiones requiere incrementar la inversión en energía renovable y en investigación y desarrollo de más tecnología por un mínimo de 3 a 5 trillones de dólares US por año por los siguiente 30 años. Es decir, más de cien trillones de dólares US.
¿Cómo tener acceso a estos recursos?
Se necesita un plan integrado de transición. Demostrarles a los participantes del mercado financiero la viabilidad de su modelo de negocio para entrar a ser un jugador de peso en la nueva economía verde. Si usted no tiene este plan debe iniciar por hacer uno y llevarlo a práctica. Todas las empresas financieras le van a requerir un modelo creíble con ajuste comercial, para la transición a un futuro con bajas emisiones de carbono y resiliente al clima.
¿Qué otros acuerdos de Glasgow pueden aportar recursos financieros?
Durante la décimo quinta conferencia de las partes, COP 15 Copenhague, se acordó que, para colaborar con los ajustes estructurales de las economías en vías de desarrollo, en el 2020 las naciones ricas aportarían un fondo de adaptación al clima por la suma de cien billones de dólares US por año. Este fondo podría ser una de la buenas nuevas que se anuncien al final de esta COP 26 la próxima semana.
Kristalina Georgieva, directora del FMI, comentó que su representada está diseñando un nuevo instrumento financiero, un Fideicomiso de Resiliencia y Sustentabilidad. Su propósito será brindar financiamiento a largo plazo en condiciones favorables a países vulnerables, pequeños estados insulares y países afectados por sequías e inundaciones, para que puedan tener los recursos financieros necesarios y con ello ser fuertes frente a los impactos climáticos venideros.
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